Por qué hay que lavarse las manos con sal antes de arrancar cada semana y para qué sirve

Existe un ritual ancestral que realizan miles de personas en todo el mundo que involucra lavarse las manos con sal antes de arrancar cada semana.
El acto de lavarse las manos con sal antes de comenzar cada semana es considerado por muchos un ritual de purificación que no solo busca la limpieza física, sino también una suerte de “renacer” simbólico.
Por qué hay que lavarse las manos con sal
En diversas comunidades y creencias, el gesto de frotarse las manos con los granos blancos tiene una fuerte carga de significado. A lo largo de la historia, fue utilizada no solo en la cocina, sino también como un elemento de protección y purificación.
Por este motivo, lavar las manos con sal antes de arrancar cada semana se convierte en un acto cargado de simbolismo. Se cree que al realizar este gesto, se puede eliminar la “mala onda” acumulada durante los días previos.
Aunque no existen estudios científicos que respalden completamente la idea de que lavarse las manos con sal tenga beneficios más allá de lo físico, el acto en sí puede ayudar a liberar tensiones y promover una sensación de bienestar.
Se sabe que el cloruro de sodio posee propiedades antibacterianas que pueden contribuir a una limpieza profunda de la piel, eliminando impurezas de la superficie de las manos.
Pasos para realizar el ritual de lavarse las manos con sal
- Preparar el espacio: Es recomendable que el ritual se realice en un ambiente tranquilo, preferentemente en la mañana. El lugar debe estar limpio y libre de distracciones.
- Elegir la sal adecuada: Se sugiere usar sal marina, ya que esta es la que tiene una mayor carga energética purificadora. En caso de no tener, también puede utilizarse sal común.
- Hacer una pequeña mezcla: Colocar un puñado de sal en la palma de una mano y, con la otra, agregar un poco de agua tibia. La idea es crear una pasta suave, no demasiado líquida, que se pueda frotar entre las manos con facilidad.
- Realizar el lavado: Humedecer las manos con la mezcla de agua y sal y frotarlas lentamente, comenzando desde los dedos hasta las muñecas.
- Enjuagar con agua fría: Una vez que sientas que has cubierto bien toda la superficie de tus manos con la mezcla de sal, enjuágalas con agua fría. El agua fría simboliza la renovación y el cierre del proceso. Siente cómo se va llevando consigo todas las impurezas que hayas soltado.
- Secado y cierre del ritual: Secarse las manos con una toalla limpia y, al hacerlo, repetir un mantra o pensamiento positivo. Esto ayudará a cerrar el ciclo de la limpieza energética y dar paso a nuevas vibraciones.