Microinfidelidad: ¿De qué se trata esta situación que puede desgastar a una pareja?

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Updated: junio 11, 2023

Hoy se vive en un mundo plagado de tentaciones que se encuentran al alcance de la mano, lo cual puede desembocar en una  eventual infidelidad.

Las emociones humanas son como un motor que mueve a todo nuestro organismo, ya que es sabido que si alguien es feliz o está en camino de lograrlo, la vida puede verse de una manera distinta a cuando todo está mal, y en ese camino hacia la plenitud hay ciertas situaciones que lo pueden truncar a nivel parejas y tiene que ver con las dolorosas microinfidelidades.

Testimonio importante

El tema es tan delicado y espinoso para entender por todos que es importante poder disolver dudas al respecto, y por eso Crónica dialogó con el psicólogo Mauricio Strugo (M.N. 41.436), quien sobre esto dijo: “En principio, todo esto parte de lo que es la infidelidad, y la infidelidad en sí tiene que ver con la desconfianza en la pareja, una situación en la cual una de las dos personas está siendo deshonestas en cuanto a la manera de elegir al otro, es decir, que de alguna forma no está pudiendo ser fiel a la elección de esa persona, esto es lo primero para explicar. Cuando hablamos de estas situaciones estamos hablando de hechos que no llegan a ser infidelidades, como la infidelidad clásica, pero que bordean o están casi al borde de ser infidelidad y depende de los códigos que maneje cada pareja, que estas situaciones pueden repercutir en mayor o menor grado”.

Strugo (@mauriciostrugo) agregó que “la clave de este concepto radica que tiene que ver con el ocultamiento, cuando una persona tiene conductas que necesitan ocultarse a la pareja y esto genera desconfianza, porque sino es algo que uno no necesite ocultar, entonces no tiene nada malo, pero si necesita ocultarlo es porque hay algo ahí que no es correcto o que en todo caso, la pareja se enojara y por eso se oculta. Puntualmente, este episodio tiene que ver con, por ejemplo, una persona sigue a un influencer y le pone un corazón o me gusta a todas las publicaciones de una chica o manda chats con alguna compañera de trabajo donde se insinúa o manda indirectas. No es una infidelidad, en el sentido de que no se consuma la infidelidad cuando pasó en un encuentro cara a cara, porque una cosa es un caso de infidelidad claro, donde hay contacto entre las personas, donde hay una relación sexual o donde hay un encuentro romántico si se quiere”.

¿Cómo se vive actualmente?

Ahora bien, sobre cómo vienen ocurriendo las cosas en estos momentos de apertura y modernidad a nivel sociabilización, el sexólogo argumentó que “en este momento, estamos en una situación de bastante vulnerabilidad emocional y de hartazgo, y muchas veces de los vínculos, y entonces muchas veces hay gente que busque refugiarse en este tipo de prácticas como las micronfidelidades, en vez de quizá ser honesto con la pareja y aprovechar esta situación, lo que muestra en principio que hay algo que no está funcionando y por eso aparecen estas situaciones, como síntomas de que trabajamos en eso, desde escaparnos por la vía de la infidelidad. Cuando aparece una infidelidad se puede detectar que tiene que ver con algo que no está pasando en la pareja o que está pasando en sentido negativo, entonces una opción deshonesta e irresponsable es la infidelidad, por ahí lo mejor es que cuando está pasando una situación así, es poder conversar con el otro, y si se descubre este hecho puede ser una oportunidad, sin llegar a ser una infidelidad, como para antes de que sea una situación al extremo, de poder hablar de esto y poder aprovechar la crisis como una oportunidad”.

“Muchas veces sucede que las parejas están juntas por costumbre o porque tienen hijos, o porque es mucho lío separarse. Son parejas en las cuales quizás la sexualidad quedó a un costado o quizá ya el vínculo entre ellos no funciona, y hay de ambas partes o de alguna, una situación de microinfidelidad donde uno va por fuera expresando este tipo de cosas, tirando, probando, sin hacerse cargo de que esto no va más y tiene que soltarlo. Desde un lugar de comodidad lo que hacen es como ir tirando tiros para todos lados, pero no de manera directa, sino que se llaman microinfidelidades dejando suponer, como siendo sugerentes, nunca es tan evidente, es poniendo me gusta, dejando algún comentario, en algún chat o situación haciéndose los lindos, pero nunca es totalmente concretable”, detalló Strugo.

Conociendo los límites

A la hora de saber los límites de una micro a una infidelidad, Strugo sostuvo con cierta preocupación, que “hoy en día con la virtualidad, lo que se pone en tela de juicio es hasta dónde es infidelidad el hecho de fantasear con otras personas, el hecho de utilizar aplicaciones de búsqueda de pareja que son infidelidades pero dónde haya acuerdos que existan en cada pareja, porque por ahí puede ser que en una pareja pueda decir a mi no me molesta que coquetee con otras mujeres, pero si no haces nada y esto no se lleva al acto y es para pasarla bien un rato y nada más, o que mires pornografía, pero otras personas pueden sentir que esto es una microinfidelidad porque primero lo ocultan y porque además no lo hacen con ellos”.

“Calentando” el ambiente

Por otra parte, un punto del que se habla mucho y varios practican desde tiempos inmemoriales, es que algunas personas suelen realizar actividades que le “suban la líbido” en otros ambientes para luego plasmarlas en su casa con su pareja, ya sea ver videos, hablar con terceros o “calentar la cabeza”, vulgarmente diciendo.

Respecto a este situación, el psicólogo también argumentó lo suyo: “La manera en la que cada uno se erotice corresponde a las distintas situaciones que cada uno quiera vivir y eso está bien, el tema es cuando siempre es así, cuando todo el tiempo tenemos que recurrir a algo para mediatizar nuestro deseo hacia el otro, si es así, terminamos en una situación que nos tenemos que plantear si realmente estamos eligiendo al otro o no, porque para eso no existe la pornografía, películas eróticas, eso puede ser un medio o una herramienta, el tema es cuando yo sin hacer eso, no puedo hacer lo otro”.

Consulta a un profesional

En tanto, el facultativo opinó que siempre hay que tener cuenta que cuando hay problemas en las parejas o en las uniones entre personas que comparten un vínculo, “hay que consultar a un psicólogo de pareja, hay que poder trabajar esta situación con alguien que entienda de vínculos y estar tranquilos que si se trabaja, esto puede ser una oportunidad para superarlo. Es una situación interesante para poder generar un crecimiento en el vínculo después de la tormenta”, algo que a veces sirve para fortalecer la pareja aunque no siempre se da de esta manera.

Hoy vivimos en un mundo plagado de tentaciones y situaciones que se encuentran al alcance de la mano de todos, y por eso, hay que saber distinguir entre una futura infidelidad y saber hasta donde seguir con esa situación, sabiendo que la otra “media naranja” puede sufrir por esto.

Deseo interno y fantasía

«En el pensamiento, mientras se encuentre dentro del terreno de la fantasía y nos mantengamos ahí, eso corresponde a la intimidad y uno puede fantasear con otros, es algo natural incluso en matrimonios de años o parejas donde se aman y eligen, no podemos ser dueños de los sueños y fantasías de otros, el límite es cuando esa fantasía quiero realizarla y quiero hacerla con alguien que no sea mi pareja”, dijo Strugo sobre el deseo.

“Así como la infidelidad es algo deshonesto, lo mejor es no estar buscando a ver adónde esa persona es infiel, poder realmente sentarse y hablar, si se está mintiendo si no se están eligiendo, no suponer ni imaginar más sino hablar, porque sino se convierte en una conducta insoportable”, agregó.

Microinfidelidad: señales a tener en cuenta

Existen una serie de situaciones o episodios que si bien no significan que una persona haya cometido una infidelidad, pueden ser un parámetro de que las cosas no están bien en una pareja y pueden ser un llamado de atención para intentar salvarla.

Por ejemplo, una de las pruebas irrefutables de que algo pasa en nuestra relación y de que se puede estar produciendo una caso de microinfidelidad, es el hecho de que una persona deje de llevar su anillo de boda.